LOS CUERPOS DÓCILES / MICHEL FOUCAULT




Entre el siglo XVII y XVIII, se produce la transformación del hombre en el hombre-máquina. Un individuo que tiene como principal razón de ser el ser útil, para la producción dentro del sistema capitalista. Esta transformación requiere la docilidad del ser humano, lo que se consigue a través de la disciplina. La disciplina se impone desde la escuela, el ejército, la iglesia, la fábrica, el taller y otros ámbitos. Con la disciplina se fabrica cuerpos sometidos, dóciles, ejercitados.
El poder se da cuenta de que para dominar debe hacerlo desde los más mínimos detalles para esto es imprescindible la disciplina, que regula hasta los menores movimientos de un niño o un adulto, ya sea en la escuela o en la fábrica. Todo debe estar organizado, se ejercita al individuo en ser cada vez más eficiente y sacar lo máximo de productividad al tiempo. También el espacio se mide ahora de acuerdo al mínimo que necesita cada trabajador para producir.

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