EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN LATINOAMERICA Y SU RELACIÓN CON LA COSNTRUCCIÓN DEL ESTADO-NACIÓN
El desarrollo de la investigación
científica en los países de Latinoamérica a menudo es visto como escaso a
comparación de otros países en el mundo. Tratar de hacer la historia de la
ciencia en nuestros países es arduo por lo escaso de la producción científica,
pero por otra parte ofrece un campo importante de estudio sobre la construcción
de la nación, como comunidad imaginada (Anderson, 1993) Esta dimensión política
de la investigación científica, seguramente está presente en todos los países a
nivel mundial, sin embargo, en Latinoamérica al parecer, es uno de los aspectos
que más destaca y al que prestan mayor atención los historiadores de la
ciencia.
En este sentido, la
investigación científica ha logrado construir imaginarios que han servido de
base a las nuevas naciones. Gänger señala cómo en el caso de Chile, los
artefactos arqueológicos que entraron en sus museos entraron en el imaginario
histórico de esa nación (2009).
En este ensayo
revisaremos casos de estudio en: historia, arqueología, medicina y genética
como ramas científicas, en su relación con la construcción del estado-nación. Y
tocaremos además la construcción del relato de la modernidad como parte de la
construcción de la nación.
En cuanto a la historia,
las naciones recién conformadas en el siglo XIX tuvieron necesidad de construir
un relato nacional sobre el pasado: “[…] nineteenth- century intellectuals
fashioned narratives about their nations’ pasts to justify their own political
ideologies and make their struggling young republics seem important and even
preordained” (Appelbaum, 2013, 348). La historia y la arqueología se usó para
construir una identidad colectiva: “[…] ultimately for defending, producing,
and shaping collective identities” (Gänger, 2009, 703).
Este proceso de construcción
del pasado de la nación no se limitó a los años iniciales de vida independiente,
sino que se reavivó en cada momento en que una situación particular lo exigía.
Es el caso que analiza Gänger, en el contexto de la Guerra del Pacífico entre
Chile, Bolivia y Perú (1879-1883). Chile aprovechó el momento para construir el
relato nacional dado que adquiría nuevos territorios y pudo llevar desde el
desierto de Atacama antiguas momias de los pobladores de la región: “Appropriating
symbolic manifestations of national identity, such as ancient history, is a
concerted action with undeniable political intentions” (Gänger, 2009, 692-693).
De esta manera utilizó la arqueología para construir el relato de la nación
chilena como dueña de los nuevos territorios.
En esa búsqueda a menudo las
facciones políticas de tendencia liberal desestimaron el pasado colonial ya que
quedaba todavía en la memoria la reciente guerra por la independencia contra
los españoles: “Many of these intellectuals, […] were Liberals who advocated
sweeping away all that they considered to be vestiges of colonial backwardness
in the name of progress” (Appelbaum, 2013, 371). Se buscó por tanto asiduamente
el pasado prehispánico donde se exploró los restos de las antiguas
civilizaciones que ocuparon estas tierras.
Explorar esas ruinas y
artefactos arqueológicos, que rápidamente fueron reputadas como pertenecientes
a grandes civilizaciones, los llevó a adoptar ese pasado como propio: “creoles
in their discursive construction of the nation after independence positioned
themselves—rather than the indigenous masses—as the inheritors of the
pre-Hispanic past” (Gänger, 2009, 707).
Un pasado con grandes
culturas aportaba el toque de gloria que las nuevas naciones necesitaban para
equipararse a nivel mundial con las naciones de Europa: “Nineteenth-century
Latin American nation-states, like their European counterparts, utilized images
as depositories and instruments of state power” (Gänger, 2009, 694).
Sin embargo,
inmediatamente surge la contradicción, ya que esos restos monumentales a menudo
no condecían con la realidad de miseria social y económica que vivían los
pueblos indígenas descendientes de las grandes culturas, en ese momento,
Appelbaum refiere las reflexiones de Ancízar, investigador colombiano: “In the
faces, bodies, and comportment of the indigenous peasants of his own day he
perceived neither the noble savages of his imagined past nor the educated
citizens of his aspirational future. Rather, he saw only degeneration and oblivion” (Appelbaum, 2013, 376).
Los científicos americanos, por un lado necesitan ese pasado glorioso
prehispánico y por otro se sentían herederos del legado colonial español: “They
exalted the conquered civilizations that they saw as precursors to their own
nations, but they identified personally as belonging to the Spanish race that
brutally conquered these civilizations” (Appelbaum, 2013, 371).
En cuanto a las
investigaciones relacionadas con la medicina, esta se utilizó para estudiar a
las poblaciones indígenas en tanto raza o etnia. Impulsados por investigaciones
de equipos de expedicionarios extranjeros que a menudo señalaban que las
poblaciones indígenas eran biológicamente inferiores a las europeas, por
ejemplo, porque determinadas características anatómicas o fisiológicas así se
lo sugerían. Es el caso de los indígenas peruanos de las alturas, a los que los
científicos franceses e ingleses catalogaban como: “[…] seres fisiológicamente
inferiores debido a que era imposible la realización normal de las funciones
fisiológicas en altitudes donde el oxígeno estaba enrarecido” (Cueto, 1989,
153).
En respuesta se
organizaron expediciones peruanas, que tenían por objetivo refutar esas
afirmaciones y que finalizaron construyendo una imagen del indígena incluso con
características superiores a lo normal. El médico Monge en las primeras décadas
del siglo XX afirmaba como conclusiones de sus estudios sobre la fisiología del
habitante de las alturas del Perú, que era: “una ‘variedad climato-fisiológica
de raza humana’ y constituía ’la raza de mayor rendimiento físico del mundo’”
(Cueto, 1989, 160). Para el historiador Cueto: “Aunque nunca usó el término, en
los estudios de Monge Medrana, el andino fue considerado como una suerte de ‘superhombre’.
Este indigenismo científico de Monge, tuvo una evidente conexión con la cultura
nacionalista del Perú de la década del veinte” (1989, 160). Una vez más estamos ante un caso de intento
de construcción del relato nacional. Esta vez en el siglo XX y con una
ideología marcada por el indigenismo, pero con el mismo objetivo, construir una
identidad nacional.
Las élites criollas ven
necesario integrar en su discurso nacional a los indígenas que representaban la
mayoría de la población peruana, para esto utilizan los estudios médico
biológicos, como en el siglo XIX se utilizó la historia. No queremos dar a
entender que la historia o la medicina fueron un simple instrumento ideológico,
sino que se produjo una relación entre ideología y ciencia que se explica por
el contexto de la época, el científico se siente motivado a estudiar aquellos
temas que están vigentes en el debate público de su tiempo, “la cultura
nacionalista del Perú” en este caso, y estamos en momentos donde la necesidad
nacional de concretar la identidad colectiva sigue vigente.
Estas motivaciones
políticas que muchas veces animaban a historiadores, arqueólogos o médicos,
hicieron por otra parte, que se tomara caminos que intentaban demostrar ideas
que posteriormente se vieron desmentidas por la propia ciencia.
Este es el caso del
mestizaje. El mestizaje fue una categoría racial que se utilizó para construir
la identidad nacional. Esta categoría de origen colonial apareció a finales de
la época colonial como dice Aguirre Beltrán:
The
racialized categories of mestizaje in Mexico began to stabilize toward the end
of the Viceregal period within the following main categories: Spaniards— or,
for those born in America, criollos— mestizos, indios, and castas, or all the
other unclassifiable appearances or types, (López-Beltrán, García y Ríos, 2014,
87).
Al desestimar tanto la
raza española y la indígena como la propia del sujeto nacional, se intentó
construir al mestizo como el habitante propio de las naciones latinoamericanas.
Todo basado en un racismo
científico propio de inicios del siglo XX: “As race science first appeared at
the beginning of the twentieth century in Europe and the United States, Mexican
scientists developed the research process of determining the degree of
heterogeneity of their national population in racial terms” (López-Beltrán, García
y Ríos, 2014, 89).
Ya en el siglo XXI, se
intentó, por ejemplo, gracias a los adelantos en biotecnología, determinar el
genoma o la identidad genética del mestizo mexicano: “[…] molecular techniques
promised to provide racial markers with a scientific basis and unveil the
hidden admixed biological makeup of the Mexican mestizo population”
(López-Beltrán, García y Ríos, 2014, 90).
En 2004 se creó INMEGEN,
el Instituto mexicano del genoma, su proyecto estrella fue el mapeo del genoma
del mestizo mexicano. Este proyecto fracasó por el error de tomar la identidad
nacional basada en una categoría racial (el mestizaje) como una realidad que
pueda ser demostrada genéticamente, lo que lleva a errores de procedimiento:
“in some scientific quarters, criticism was voiced about the unsuitability of
conflating population genomics with a national identity, and the sampling
procedures entailed by this assumption” (López-Beltrán, García y Ríos, 2014,
99).
Para terminar, estos
procesos de desarrollo científico también vienen signados por la necesidad de
incorporar al imaginario de nación, la noción de modernidad.
Para Chile por ejemplo,
el investigar y rescatar artefactos arqueológicos nuevos, adquiridos luego de
la Guerra del Pacífico, también incorporaba para el país, el carácter de
modernidad, ya que se entendía que las preocupaciones arqueológicas eran un
signo de modernidad en los países europeos.
Science
was a form of capital, a valuable currency embodying prestige and power because
it was a form of rationality and modernity then identified as exclusively
and inherently European. Archaeology was closely linked not only with the
nation’s historical imaginary, but also with notions of modernity and progress.
(Gänger, 2009, 709).
También Cueto señala en el
caso de los estudios de Monge sobre la fisiología en la altura, que estos
trabajos trajeron prestigio al país ya que los investigadores peruanos fueron
reconocidos como autoridades en el campo a nivel internacional, así como el
Instituto de Biología Andina que llevaba a cabo las investigaciones: “[---] los
investigadores peruanos que pudieron tener una voz propia dentro de la
comunidad fisiológica internacional. El Instituto fue un punto de referencia
clave para cualquier investigador en estudios de altura”, (Cueto, 1989, 177).
Si bien como podemos ver
en muchos casos el desarrollo científico de Latinoamérica fue motivado por
necesidades políticas, no es menos cierto que en otras partes del mundo estuvo
presente también la misma motivación en el desarrollo científico. La ciencia no
siempre se trabaja desde el completo alejamiento de cualquier otro interés
distinto al mismo afán por saber, como puede ser el interés económico o
comercial. Aquí se presentan algunos casos en que la motivación política estuvo
muy imbricada en la investigación, pero seguramente hay otros procesos de
investigación científica en Latinoamérica, en que este aspecto no es tan
determinante.
BIBLIOGRAFÍA
·
Anderson, Benedict. 1993. Comunidades
imaginadas: reflexiones sobre el origen y difusión del nacionalismo.
México: Fondo de Cultura Económica.
·
Appelbaum,
Nancy. 2013. “Reading the Past in the Mountainsides of Colombia:
Mid-Nineteenth-Century Patriotic Geology, Archaeology, and Historiography”, Hispanic American Historical Review
93:3: 347-376.
·
Cueto,
Marcos. 1989. “La biología andina: excelencia científica en la periferia”, en Excelencia científica en la periferia:
Actividades científicas e investigación biomédica en el Perú, pp. 153-180. Lima:
GRADE, 1989. https://www.ssoar.info/ssoar/bitstream/handle/document/51803/ssoar-1989-cueto_caballero-Excelencia_cientifica_en_la_periferia.pdf?sequence=1&isAllowed=y&lnkname=ssoar-1989-cueto_caballero-Excelencia_cientifica_en_la_periferia.pdf]
·
Gänger,
Stefanie. 2009. “Conquering the Past: Post-War Archaeology and Nationalism in
the Borderlands of Chile and Peru, c. 1880-1920”, Comparative Studies in Society and History 51:4 (2009): 691-714. [https://www.semanticscholar.org/paper/Conquering-the-past%3A-post-war-archaeology-and-in-of-G%C3%A4nger/570a2b680aa13e45e01ae0a5a86e15d952a41187]
·
López-Beltrán, Carlos; García, Vivette y
Rios, Mariana. 2014. “Negotiating
the Mexican Mestizo: On the Possibility of a National Genomics”, en Mestizo Genomics: Race Mixture, Nation, and
Science in Latin America, eds. Peter Wade et al., pp. 85-106. Durham: Duke
University Press.
Comentarios
Publicar un comentario