LA REVOLUCIÓN ANTES DE LA REVOLUCIÓN / LAURA GOTKOWITZ
El proceso previo a la Revolución de 1952 en Bolivia y a las medidas que esta aplicó, como el voto universal, la reforma agraria, que implicaba la desaparición de la hacienda, viene marcado por varios factores económicos y políticos.
Entre los factores económicos está la decadencia de la hacienda como unidad productiva, esto por la crisis de la exportación de minerales propiciada por la crisis mundial de 1929. Al bajar la producción en las minas, bajó el consumo de productos agrícolas que salían de las haciendas. Esto marcó una necesidad de los terratenientes de incrementar la producción y ser más eficientes, lo que pretendieron conseguir aumentando más cargas a los colonos, es decir los indígenas que vivían en las haciendas haciendo trabajo servil.
En este contexto se da la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay desde 1932 a 1935, que es muy importante por las transformaciones políticas que provoca. Inmediatamente después de finalizada la guerra, oficiales jóvenes del Ejercito toman el control del Estado a través de varios gobiernos con una ideología socialista. Se produce así una nueva Constitución en 1938 y nuevas leyes que pretendían eliminar el pongueaje.
Las luchas indígenas, tanto de los colonos de las haciendas como de los comunarios de las comunidades libre, gracias a este cambio político y legal, van virando de los reclamos por tierras en base a los derechos sobre las mismas incluso de origen colonial, a reclamos en contra del pongueaje y por las tierras ya en base a las nuevas leyes y a nuevos derechos que se arrogaban los movimientos indígenas. Es importante ver las declaraciones de los mismos colonos en momentos de revueltas donde dicen que:
[…] el pleito de ellos estaba ganado, […] el derecho de propiedad les correspondía a ellos, que los patrones pronto serían desalojados con los brazos amarrados y que solo les faltaba un pequeño empeño o esfuerzo […] Cuando las haciendas iban a ser nuestras se ha muerto nuestro presidente (Esto último referido a la muerte del presidente Germán Busch). (Gotkovitz, 2011, p.217)
Estos nuevos derechos vienen marcados por la aparición de nuevos partidos opositores al sistema, partidos de izquierda, movimientos anarquistas y socialistas que aprovechan las oportunidades de los gobiernos socialistas militares para adelantar en la transformación de Bolivia. Otro factor importante fue la sindicalización obligatoria de comunarios y colonos decretada por los gobiernos socialistas militares.
El movimiento indígena poco a poco va adquiriendo una organización importante además alentada por un progreso económico importante gracias a la producción de excedente en manufacturas como la de la chicha que controlaban.
En todo este panorama previo a la Revolución Nacional de 1952, vemos cómo se va creando un estrato social diferente, indígena, todavía en condición de servidumbre muchos, pero un grupo social con conocimiento de leyes, por tanto letrado, con conciencia de que la tierra le pertenecía a ellos ya no por los títulos coloniales sino por el derecho de propiedad derivado de su propio trabajo. Un grupo social nuevo que está en contacto con intelectuales de partidos de izquierda en las ciudades, que organiza y participa en congresos a nivel nacional e inclusive a nivel continental, como el primer congreso en México de 1944.
Es importante notar que es un grupo social con mayor movilidad, muchos de los pongos dejan las haciendas y van a las ciudades o a otras tierras. Este progreso del movimiento indígena culminará con la Revolución de 1952 y las medidas que anotamos, para luego pasar a formar parte del nuevo proyecto hegemónico nacional aymara-quechua-guaraní de la actualidad. Es interesante notar la ausencia de reivindicaciones culturales, como el derecho al idioma aymara o quechua, o el derecho a organizarse de maneras tradicionales en ayllus por ejemplo, aunque algunas comunidades lo hicieron, aunque la mayor parte del movimiento se organizó en forma de sindicato.
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