WHAT MAKES A STORY AMUSING : MAGIC, OCCIDENTALISM, AND OVERFETICHIZATION IN A COLONIAL SETTING / GONZALO LAMANA




En este artículo el autor llama la atención sobre el proceso de colonización y cómo este fue construyéndose como si se construyera una obra de teatro, con cada uno de los dos actores: indios y españoles; representando un papel. Este proceso que otros podrían llamar de construcción de una sociedad ordenada racialmente, se da cuando los españoles, el grupo dominante, define una identidad, que puede decirse cultural, para los indios; entonces los caracteriza como ingenuos, crédulos, irracionales, de pensamiento mágico, salvajes, etc… elementos que los caracterizan socialmente, políticamente, culturalmente. De la misma manera los españoles se dan así mismos una identidad, ellos son: racionales, religiosos, inteligentes, modernos, etc…; así quedan bien fijados ambos roles en la “obra de teatro”. Por un lado los españoles, los dominantes y por otro lado los indios, los subalternos.


Esta organización social es la que permite que la colonia española sobreviva por 300 años y que las repúblicas también hayan sobrevivido otros 200 años más. Ante esta situación las posibilidades de los indígenas que quieren liberarse pueden ser: por un lado resistir a ese rol impuesto o por otro aceptar ese rol y jugar con él tratando de sacarle el mayor partido posible para sobrellevar su situación.


En el relato que expone el autor, un indio en Centroamérica atribuye propiedades mágicas a una carta (correspondencia) y con este truco escapa de un castigo de parte del español el cual se ríe de la inocencia y credulidad del indio y no lo castiga.


La población india puede resistir a esa dominación, reivindicando su cultura, no como algo folklórico propio de un pueblo pre-moderno, atrasado, ingenuo, irracional; sino con las mismas prerrogativas con que la sociedad moderna reconoce su propia religión, su cultura, su lengua, sus estructuras políticas, etc… Sin embargo, muchas veces como en el caso del ejemplo de la carta, esta situación no es posible por la misma dominación que se produce, entonces no queda otra alternativa que jugar al juego que propone el dominante y entregarle lo que espera que se le entregue, productos culturales de indígenas, ingenuos, crédulos, de pensamiento mágico. Una de estas formas de resistencia a la dominación por continuar el juego del dominante es la concepción del indígena como un ser protector de la naturaleza y del medio ambiente, actualmente el indígena sabe que es esa la idea que se tiene de él en Europa y en dentro de las clases blanco mestizas de los países americanos, por lo que juegan esa carta para obtener apoyos económicos o trabajos en los que los indígenas actúan como expertos en cuestiones de medio ambiente por el solo hecho de ser indígenas.


El autor no llega a este punto, pero es necesario decir, que estas formas de resistencia tienen por objetivo darse el tiempo necesario para la acumulación de recursos, la reproducción material para luego emprender proyectos hegemónicos que tengan mayor posibilidades de éxito.

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